martes, 25 de octubre de 2011

Desnuda tu alma

DESNUDA TU ALMA




Llega aturdida, abarrotada de sentimientos y sensaciones. Quiere gritar y no puede. Quiere llorar y no puede. La impotencia la invade. Quiere cerrar sus ojos como un pesado telón para dar finalizada la función.
Se desliza sobre el diván, no se anima a acurrucarse, entonces inclina sus rodillas tímidamente insinuando volver al vientre de su madre. Esta temerosa. De espaldas, mirando a la pared, como en penitencia, victima de su propio castigo: “Ser ella  misma”.
Posa sus manos sobres sus oídos, casi tapándoselos, necesita escuchar, necesita ensordecer, necesita silenciar.
Percibe que se abre la puerta  y una voz calma, suave se interesa por ella. Es su guía que ilumina esa oscuridad aguda, que ilumina ese túnel profundo e interior que la cautiva.Y en ese vacío acaracolado, solemne, como sumergida dentro del agua, vuelve serenamente esa voz que le dice… Desnuda tu alma

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